Ryan Reynolds Pagó 5000 De Su Bolsillo Para Rendir Homenaje A John Candy En La Saga Deadpool

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El actor canadiense asumió personalmente los costos por los derechos de un accesorio de la película “Aviones, Trenes y Automóviles”, en un gesto de admiración hacia uno de los comediantes más queridos de su país.

En el competitivo mundo del cine de superhéroes, los gestos personales suelen pasar desapercibidos. Pero Ryan Reynolds, protagonista y productor de la exitosa franquicia Deadpool, ha demostrado que detrás de la irreverencia de su personaje hay también un profundo sentido de gratitud y nostalgia.

Durante una proyección especial del documental John Candy: I Like Me en Nueva York, Reynolds reveló que pagó 5.000 dólares de su propio bolsillo para poder incluir en las películas de Deadpool un pequeño homenaje al legendario actor y comediante canadiense John Candy, fallecido en 1994.

Un accesorio con historia

El tributo gira en torno a un objeto aparentemente insignificante: un libro de utilería llamado The Canadian Mounted, que aparece en una de las escenas más recordadas de la película Aviones, Trenes y Automóviles (1987), protagonizada por Candy y Steve Martin.

Para Reynolds, ese libro representa mucho más que un simple accesorio cinematográfico. Es un símbolo de la comedia canadiense, del humor humano y genuino que John Candy encarnó a lo largo de su carrera. Por eso, el actor decidió que su personaje, Wade Wilson, leyera fragmentos del libro en la primera entrega de Deadpool (2016), como un guiño discreto pero emotivo.

Desde entonces, The Canadian Mounted se ha convertido en un auténtico “huevo de Pascua” dentro de la saga, apareciendo en las tres películas y consolidándose como un gesto recurrente de admiración hacia Candy.

La negociación con Paramount

Reynolds explicó que debió contactar directamente a Paramount Pictures, estudio propietario de los derechos de Aviones, Trenes y Automóviles, para obtener permiso de usar el libro. Lo que parecía un simple trámite se convirtió en una curiosa anécdota: el estudio le pidió 5.000 dólares por los derechos de uso del objeto.

Lejos de poner obstáculos, el actor accedió a pagar la suma de su propio bolsillo. “Les dije: Vale, tranquilos. Os quedáis con los 5.000 dólares. Invertí mi propio sueldo en la primera película de Deadpool, ¿por qué parar ahora?”, recordó entre risas.

La situación se repitió con las secuelas, ya que Paramount exigió el mismo pago cada vez que el libro fue incluido. Incluso Hugh Jackman, su coprotagonista en Deadpool & Wolverine, bromeó durante el evento, diciendo que Reynolds “pagaba por una portada, ni siquiera por un libro real”.

Un legado que trasciende generaciones

El homenaje de Reynolds a John Candy no solo es un gesto de respeto, sino también una manera de mantener vivo el legado del comediante. En palabras del propio actor, la nueva entrega de Deadpool & Wolverine está impregnada de ese mismo espíritu de redención y segundas oportunidades que caracterizó a Aviones, Trenes y Automóviles.

El evento en Nueva York también sirvió como presentación del documental John Candy: I Like Me, dirigido por Colin Hanks y producido por el propio Reynolds. La cinta, disponible en Prime Video, recorre la vida y trayectoria del inolvidable Candy, mostrando por qué su influencia sigue presente en actores contemporáneos.

Más que un tributo, una declaración de principios

En una industria donde el marketing y las franquicias dominan la conversación, gestos como el de Ryan Reynolds recuerdan que el cine también es un acto de amor y memoria. Con cada dólar invertido en ese pequeño libro, el actor reafirma su compromiso con la historia del humor canadiense y con los artistas que lo inspiraron a convertirse en lo que es hoy.